Enrique Vila-Matas
Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) es uno de los escritores más prestigiosos del panorama literario internacional. Ha cultivado la novela, el relato y el ensayo, aunque en su obra muchas veces la frontera entre géneros es muy difusa. Desde Historia abreviada de la literatura portátil (1985) hasta Dublinesca (2010) Vila-Matas ha conseguido que muchos de sus libros resulten hoy imprescindibles en cualquier análisis de la literatura española. Entre sus obras destacan Una casa para siempre, Suicidios ejemplares, Hijos sin hijos, Recuerdos inventados, Lejos de Veracruz, Extraña forma de vida, Para acabar con los números redondos, El viaje vertical, Bartleby y compañía, El mal de Montano, París no se acaba nunca, Doctor Pasavento, Exploradores del abismo, Dietario voluble, Ella era Hemingway. No soy Auster o Perder teorías
Su obra ha sido traducida a más de 30 idiomas: francés, inglés, alemán, italiano, ruso, japonés, árabe, griego, serbio, sueco, holandés, húngaro, hebreo, turco, noruego, rumano, polaco, coreano, catalán, esloveno, checo, búlgaro, finlandés, danés, lituano, eslovaco, chino y croata.
Comenzamos.
¿Cree en los géneros literarios? ¿Cree que llamar novela, ensayo u otra definición tiene sentido intelectual más allá de ayudar a encontrar un libro en una librería?
Me gusta, sobre todo, tenerlos a mi disposición para poder mezclarlos cuando sea necesario por imperativos del relato.
Me encanta su literatura. Sé que es un apasionado de autores clásicos pero, de sus contemporáneos nacionales, ¿aq uién admira?
Q Admiro a muchos. Detesto enormemente a otros, que me parecen falsos escritores y, además, botarates, por decir algo suave. A aquellos a los que admiro, les admiro enormemente porque el trabajo de un escritor -deun escritor serio- es en el fondo titánico.
¿Qué piensa de la literatura realista?
Me molesta el realismo cuando no es más que un género, es decir, algo cargado de convenciones, cuando -como en tantos casos de escritores que todos conocemos- tiene como dueño a una simple convención muerta y está relacionado con un cierto tipo de trama tradicional, con principios y finales predecibles. Pero me molesta lo mismo aquel escritor vanguardista que cae en las convenciones del vanguardismo.
¿Le molesta que le hagan preguntas personales?
Eres muy peligrosa, Dora. Nos veremos las caras más tarde.
¿Podría explicar que significa "el cuerno, la amenaza del toro", que según cuenta en HALP está presente en las obras de los autores portátiles? Un abrazo.
Hay que ir a Michel Leiris y su memorable libro "Edad de hombre". Allí hay unas páginas en las que se habla de que el escritor ha de arriesgar como mínimo como el torero ante el cuerno del toro. La verdad es que sin riesgo la literatura carece de sentido. Hay que arriesgar en cada página. En cada frase. Llevar la mente a lugares donde antes no haya nunca estado.
¿qué pregunta se haría a sí mismo en este momento?
¿Qué va a suceder? ¿Quién está por llegar? ¿Adónde te diriges? ¿Por qué cierras esa puerta?
Dice Antonio Muñoz Molina esta semana en Babelia citando a Salman Rushdie que "mientras escribe una novela un escritor de prosa debe leer mucha poesía... En la poesía se aprende precisión". Creo que ha contado usted, que de joven solo leía poesía, ¿empezó a gestarse ahí la prosa ligera y profunda como ojo de huracán que compone?
Cuando comencé a escribir narrativa, yo sólo leía poesía. No entiendo cómo me las arreglé para moverme en el territorio del relato. Algo de todo este msiterio lo explico en el prólogo a "En un lugar solitario", un libro de bolsillo que publicaré en marzo y que recoge los cinco primeros libros de ficción que publiqué.
A bote pronto, ¿qué le sugiere esa "risa infinitamente seria" (expresión suya) que estalla como volcán en su obra? Para mí que tiene que ver con la vida como broma que va en serio...
Lo dijo Lezama Lima de Mallarme, dijo que se reía de una manera infinitamenet seria, y desde que lo leí que es una especie de leit motiv que aparece continuamente en mis libros. Con el tiempo, he terminado, además, riéndome siempre de esa forma.
La ironía cervantina que caracteriza su obra, ¿funciona como autoengaño al que se aferran los personajes frente a las grandes "verdades" (soledad, vejez, muerte,...), a la vez que como salvaguarda del propio imaginario, sin el cual la vida sería, si no negra, gris?
Poder escribir y tener una obra en marcha y cada día llevar la obra a territorios a veces ni sospechados es una actividad tan fascinante que no creo que lo supere nada en este mundo.
Hay cameos de personas vivas en tus libros (Auster, Sophie Call,...). ¿Los conoces? ¿Te gustan?
Lo interesante de la escritura es que se puede elaborar, lo de la frescura es un mito un tanto patético. Todas las respuestas que estoy dando aquí en media hora justa debería retomarlas esta tarde y reelaborarlas, pensarlas, modificarlas, mejorarlas, estarme dos semanas trabajando sólo con el breve material de esta media hora. Sepa que, cuando escribo una novela, reescribo todas mis frases; cada día vuelvo hacia atrás y vuelvo a escribir parte de lo que ya tengo escrito. Calculando así, "Dublinesca", por ejemplo, la escribí casi unas veinte veces.
¿Es la auto-ficción el camino de la literatura para los próximos años?
La autoficción es un término totalmente manoseado que ya no significa nada. Y es algo -la autoficción- que jamás he practicado. Cuando hablo en primera persona, me dedico en todo caso a crear un personaje que habla en primera persona y que en modo alguno tiene algo que ver con mi yo.
Que le consideren un escritor español en Cataluña y un escritor catalán en Madrid ¿es una ventaja o un inconveniente? No ser de ningún lado está muy bien, pero no sé si es muy práctico.
Me convierte en un escritor extraterritorial. Ojalá eso me permitiera no tener que pagar impuestos a los canallas.
Soy italiano y leo todos los libros suyos. ¿Quién es Paula di Parma?
Hay que eliminar el "di". Es Paula de Parma.
Últimamanete habla de novelas que se acercan a la alta poesía. Parece que su obra toma también ese rumbo... ¿Se ve escribiendo y, sobretodo, publicando poesía?
Hay poesía en algunos momentos de mis novelas. Pero convertirme en escritor de libros de poesía es algo que no creo que haga nunca, no me gustaría hacer el ridiculo.
Todos o casi todos los escritores tienen alter ego literarios. ¿Tiene usted también algún alter ego virtual, es decir, en internet?
Pues no, no tengo tiempo para estas cosas. Bastantes alter egos circulan al día por mi mente.
Me voy. Terminó todo. Recuerden que uno nunca ha de escribir una frase si no siente que la esencia de esa frase no la ha sentido nunca nadie. Cada frase es una innovación. O así debería de ser, muchachos (y muchachas).